Gravísima destrucción de bosques húmedos tropicales en Costa Rica

Quisiéramos que para conmemorar el Dia Mundial del Ambiente este 6 de junio del 2022 pudiéramos contar buenas noticias sobre la vida de la Ecosfera terrestre. En particular, desde un país como Costa Rica que ostenta una imagen internacional “prestigiosa” sobre la protección del ambiente. Pero la verdad es que no la tenemos, todo lo contrario, es una noticia que nos expone como país y nos genera mucha desilusión respecto a autoridades como el MINAE, el SINAC, los municipios y la misma SETENA.

Es tal la magnitud del daño ambiental causado y la inoperancia de esas entidades que nos empezamos a cuestionar, con toda la seriedad del caso, si realmente esas entidades deberían existir o, en su defecto, es mejor cambiar por completo el sistema de protección del ambiente en nuestro país y de las áreas silvestres protegidas. Lo que ha sucedido y está sucediendo en el Caribe del país, no debe pasar inadvertido y debe llevar a hacer cambios radicales para detener el enorme ecocidio ambiental y evitar que nunca más suceda.

Y lo más grave es que no sabemos si la situación del resto del país es similar. Lo que vamos a exponer es el resultado de nuestras propias investigaciones como producto del análisis detallado de fotografías aéreas históricas en poder del Instituto Geográfico Nacional y de imágenes satelitales obtenidas de plataformas digitales como Google Earth u otras similares.

Joya de vida en el Universo conocido: cuando hablamos de bosques húmedos tropicales no estamos hablando solo de un terreno con árboles, es mucho más que eso. Se trata del bioma más rico en especies y biodiversidad de todo el planeta Tierra. Tiene más especies de plantas, animales y hongos que todos los otros biomas juntos. Este bioma ha existido desde hace muchas decenas de millones de años y son el producto más complejo y preciado de la evolución de la vida en el planeta por más de cuatro mil millones de años.

Son muchas las propiedades especiales que tiene este ecosistema y el espacio disponible en un artículo de opinión no es suficiente. No obstante, para los que estén interesados les solicitamos revisar el documento: “Bosque húmedo tropical. El ecosistema más biodiverso e importante del planeta Tierra” (http://www.allan-astorga.com/allan-astorga/bosquetropical).

La NASA desde hace varias décadas ha estado investigando la existencia de vida, o indicios o probabilidades de su existencia, en el Universo conocido. En esa investigación se ha cubierto una radio de cerca de 50 millones de años de luz alrededor del sistema solar. Todavía no ha habido éxito, ni siquiera con el hallazgo de fósiles de organismos microscópicos de varios miles de millones de años en Marte. Bajo esta realidad, no cabe duda de que los bosques húmedos tropicales son una verdadera joya de vida del Universo conocido que requiere ser protegida en todos sus extremos. Sobretodo por la condición de peligro en que se encuentra actualmente.

En el umbral del punto de no retorno: originalmente, este bioma de bosque húmedo tropical cubría cerca del 7 % de la superficie terrestre del planeta. Durante los últimos 40 años su desaparición se ha acelerado a causa de las actividades humanas: desforestación, incendios inducidos, cambios de uso del suelo, degradación, industrias extractivas como la minería y la actividad petrolera, minería ilegal y fragmentación. En la actualidad se ha perdido por alguna de esas causas, o combinación de varias, hasta el 60 % de la cobertura original. Nos encontramos muy cerca de alcanzar el límite de resiliencia del ecosistema, es decir, el umbral a partir del cual, su recuperación natural no podrá ser más rápida que la velocidad de su desaparición. Algo sumamente grave para la vida y la biodiversidad del planeta. Y también para los seres humanos, pues los bosques sanos son vitales para garantizar un buen estado de salud de la vida en el planeta Tierra.

Enormes daños ambientales encontrados en Moín y Limón: en Costa Rica disponemos, desde el 2006, de una metodología estandarizada para realizar mapas de uso del suelo, incluyendo tipos de cobertura vegetal. El autor y sus colaboradores hemos desarrollado una amplia experiencia en el tema desde hace más de 20 años.

En el marco de los estudios de base ambiental territorial coordinados por el autor para el Plan Regulador del cantón de Limón, realizamos una revisión de la situación del bosque en el sector de Sandoval – Moín en el periodo 2017 – 2022. Nos llamó mucho la atención notar la desaparición de una importante cantidad de bosque húmedo tropical del Humedal Caribe entre el año 2017 y el 2022. Encontramos muchas áreas de bosque húmedo tropical dañadas cuya sumatoria representa cientos de hectáreas.

En las áreas impactadas notamos que en poco tiempo (meses) se desaparece por completo el bosque. Estimamos que se usan sustancias químicas como potentes herbicidas hasta dejar el terreno desprovisto de toda vegetación, solo con algo de pastos y listos para construir. Un verdadero crimen ambiental.

Cuando revisamos en otra área cerca de la Ciudad de Limón, encontramos otro enorme daño ambiental. Aproximadamente 100 hectáreas de bosque localizadas al este de la Ciudad de Limón fueron destruidas en poco tiempo en el periodo 2019 – 2020. Una devastación total.

Otras zonas de destrucción del bosque tropical húmedo del Caribe: la observación de los casos de Moín y Limón, nos llevó a realizar algunas revisiones en otros sectores. Encontramos el mismo patrón en la zona del humedal entre Puerto Limón y Cahuita, en Matina, Parismina y hasta en el Parque Nacional Tortuguero. Se trata de miles de hectáreas.

Para sorpresa nuestra y altamente decepcionante, encontramos que lo que fueron los bosques tropicales del Humedal Caribe ahora son terrenos cubiertos con pastos, pero en otros tienen construcciones y en muchos casos, están ocupados por extensos cultivos de piña y banano.

El cambio de uso del bosque a potreros, plantaciones o construcciones se ha dado durante los últimos 20 años, pero se incrementó mucho a partir del año 2010 y particularmente durante los últimos ocho años, desde el 2014 cuando inició la construcción de la Terminal de Contenedores de Moín y empezó el “rumor” de que se construiría una megaterminal portuaria en el sector de Parismina (algo que parece estar vinculado al añejo tema del Canal Seco Interoceánico de Costa Rica).

Si observamos el caso de Moín, nos damos cuenta de que objetivo principal de la eliminación del bosque del Humedal Caribe es la instalación de infraestructura vinculada a la actividad portuaria, principalmente el desarrollo de patios de almacenamiento de contenedores.

Doble ilegalidad en el ecocidio del bosque del Humedal Caribe: con la aprobación de la Ley Orgánica del Ambiente en el año 1995 todos los humedales del país, registrados o no en el convenio Ramsar adquirieron el rango de áreas silvestres protegidas y por tanto protegidos por la ley. Cabe recalcar que en el 2010 con la promulgación de una modificación de la Ley de Vida Silvestre se abrió un portillo a la intervención de los humedales previa autorización del SINAC, algo que podría explicar el incremento en el daño de los bosques del Caribe a partir del 2010. Sin embargo, esto es parte de la investigación que debería ser realizada para esclarecer la situación, pues estimamos que para los casos aquí señalados la existencia de ese tipo de autorizaciones del MINAE deberían ser analizadas muy detalladamente.

Por otro lado, con la aprobación de la Ley Forestal en el año 1997, se prohibió el cambio de uso del suelo en zonas de bosque, salvo excepciones muy especiales establecidas por la misma ley, como la promulgación de decretos de conveniencia nacional. Según dicha legislación promover el cambio de uso sin la autorización debida es un delito penal sancionado con cárcel.

De esta manera, las enormes áreas de destrucción detectadas por la eliminación del bosque en el Humedal Caribe de Costa Rica no solo representan un delito penal por el cambio de uso del suelo del bosque, sino también un enorme ecocidio ambiental que requiere se subsanado y compensado por parte de los responsables.

Inacción de las autoridades: la dimensión de destrucción que hemos detectado del Humedal Caribe es tal que corresponde a como si se hubiera destruido varias veces el Parque Nacional Manuel Antonio o la Reserva Biológica de Cabo Blanco. Así de enorme es el daño.

Resulta, por tanto, obvio, preguntarse qué han estado haciendo las municipalidades de los cantones respectivos y, en particular, los funcionarios de las oficinas regionales del SINAC – MINAE y del mismo Parque Nacional Tortuguero. Además, como ha sido posible que la SETENA haya otorgado viabilidades ambientales a proyectos de construcción en sitios para las cuales era muy fácil identificar que era un bosque de humedal hace pocos años y que el cambio de uso del suelo (de bosque a potrero) se dio sin ninguna autorización del Estado.

Por otro lado, nos preguntamos qué han estado haciendo toda esa cantidad de direcciones y entidades que tiene el MINAE y que deberían estar atentos a lo que ha estado pasando a los bosques en el país. Resulta absolutamente increíble que, con el equipamiento en dispositivos de cómputo, personal técnico, presupuesto, información y sistemas digitales de datos, no se hayan dado cuenta de lo que está pasando, durante varios años. Al respecto cabe la pregunta: qué utilidad práctica tienen, para qué se ocupan, sin no parecen ser eficientes y efectivos.

Y tampoco sobra preguntarse sobre las universidades estatales del país que deberían tener un sistema de monitoreo y control ambiental que apoye al Estado y las municipalidades en estos temas tan importantes. Qué han hecho todas sus organizaciones y académicos investigadores.

Muy serias dudas: la situación detectada en el Humedal Caribe nos genera muy serias dudas sobre la situación de los bosques naturales primarios en el resto del país. Desde hace tiempo nos vienen diciendo que nuestro país ha incrementado su cobertura boscosa en los últimos 40 años, tanto que supera el 52 %. Pero ahora tenemos que preguntar si eso de verdad es cierto o simplemente nos han engañado.

Surgen preguntas como a qué escala se han hecho los mapas de cobertura vegetal y con qué metodología. Se han incluido como parte de la cobertura boscosa, los bosques secundarios degradados, los charrales y otro tipo de cobertura vegetal que no son bosques naturales primarios. Dónde están los estudios científicos realizados a escala detallada que nos comprueben esas afirmaciones que se han hecho sobre los bosques de Costa Rica y que hasta premios internacionales nos han hecho ganar, sin que tal vez lo merezcamos.

Tareas inmediatas: hemos presentado las denuncias respectivas ante las autoridades judiciales sobre nuestros hallazgos de investigación ambiental en el Caribe de Costa Rica. Urge que se actúe rápido en frenar el acelerado proceso de destrucción y fragmentación de los bosques tropicales húmedos y, además, que se restauren nuevamente los bosques originales por medio de la sanción a los responsables directos e indirectos de esos cambios de uso del suelo.

Pero, además, insistimos en lo que hemos venido señalando desde hace tiempo y es la urgencia de realizar ordenamiento y planificación ambiental del territorio de escala detallada en todo el país. Se trata de una herramienta técnica estratégica que no solo sirve para promover el desarrollo y progreso verdaderamente sustentable del país, sino también como mecanismo de control ambiental de lo que sucede en detalle a la escala de los municipios y que puede ser consultada por cualquier ciudadano en cualquier lugar.

No corregir esta grave situación que hemos identificado nos seguirá llevando, al país, por el camino incorrecto y por un sendero de ridículo y vergüenza internacional. Urge tomar acciones correctivas rápidas y efectivas.

Creemos que esta grave situación detectada debería llevar a nuestra Asamblea Legislativa a emitir una ley que realmente asegure la protección de los bosques naturales del país y establezca muy duras y serias sanciones a aquellos que provoquen su destrucción, degradación o fragmentación. La naturaleza tiene el derecho de existir y de ser protegida y un país como Costa Rica debe dar el ejemplo.