Setena requiere una transformación

La Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), creada por la Ley del Ambiente en 1995, es la instancia técnica responsable de administrar la evaluación de impacto ambiental (EIA). Su función principal es la de “armonizar el impacto ambiental con los procesos productivos”, en un marco de eficiencia, participación y rendición de cuentas. A pesar de eso, durante los últimos años se ha convertido en una fuente continua de quejas de todos los sectores, al punto que se hace necesario replantear íntegramente su función. El sonado caso de Crucitas tuvo su origen en una Setena “intervenida” por el Ministro de Competitividad de la Administración Arias. En un periodo de dos meses, en el 2008, se le dio viabilidad ambiental a la ampliación del proyecto, sin solicitar un nuevo y completo estudio de impacto ambiental (EIA).

Lo sucedido con Crucitas es conocido por todos, como también la lapidaria conclusión del Tribunal Contencioso Administrativo, que resumió lo sucedido como “una orquestación de voluntades” de la cual Setena formó parte. En consecuencia, varios funcionarios y exfuncionarios de la Secretaría están siendo investigados por el Ministerio Público.

En el caso de la refinería china, después de revisado el EIA y el procedimiento seguido por la Setena, se detectó un fuerte paralelismo con el caso de Crucitas. En ese caso, la Setena, incumpliendo sus procedimientos legales, estableció términos de referencia particulares para la elaboración del estudio, omitiendo temas clave para la correcta evaluación ambiental. Con ese fundamento, el EIA de la refinería fue aprobado en un periodo de tiempo relativamente corto y con una larga lista de irregularidades e inconsistencias que nos llevaron a plantear una petitoria absoluta de nulidad de la viabilidad ambiental. El tema mantiene vigencia, porque subsiste la idea de una nueva refinería.

Pero el asunto no termina allí. La Setena fue intervenida desde el primero de marzo por el Minae. El ministro René Castro dijo ( La Nación 25-02-2013) que la razón era agilizar los trámites, que había 30 mil expedientes sin supervisar y algunos municipios tenían ocho años de esperar la viabilidad ambiental de su plan regulador.

Llama la atención el momento en que se hace la intervención, pues los problemas de Setena habían sido señalados desde el 2010. Prácticamente no se hizo nada hasta finales del año pasado, cuando se convocó nuevamente a una Comisión Mixta para trabajar en el asunto. No obstante, de forma sorpresiva, después de muchos retrasos en el inicio del trabajo, el ministro Castro lo suspendió y prefirió la intervención.

Ahora, después de varios meses, los resultados no se ven por ningún lado. Setena es más lenta que nunca y toma decisiones desconcertantes en cuanto a los planes reguladores, provocando un enorme atraso en el de por si debilitado ordenamiento territorial del país.

En medio de todo esto, con la Setena intervenida y con un rumbo confuso, la entidad recibe el EIA de otro megaproyecto, la terminal de contenedores de Moín. En medio de la revisión y sin que todavía se sepan sus resultados, los funcionarios de la empresa declaran que empezarán la construcción en setiembre, condicionado a que antes tendrán la viabilidad ambiental de una Setena intervenida.

Pero hay más, el ministro René Castro declaró que al final de esta administración se espera concluir la licencia ambiental y social del megaproyecto Diquís.

¿Qué grado de confianza nos dan las resoluciones de la Setena, en particular para los grandes proyectos estratégicos? ¿Tenemos garantía de que las decisiones están basadas únicamente en aspectos técnicos y científicos?

La situación está “tocando fondo” y la solución no saldrá de la misma Setena, ni tampoco del Minae. Urge aprobar el proyecto de ley para despolitizar la Setena, dándole autonomía técnica para la toma de decisiones. Solo así será posible plantear una renovación integral de la entidad y la restauración de la evaluación ambiental como instrumento clave para aplicar el artículo 50 de la Constitución. Retrasar esta solución solo servirá para judicializar los trámites de EIA, con el consecuente estancamiento del país.

Nueva refinería: Viabilidad ambiental debe ser anulada

Dado que la idea de nueva refinería sigue, realizamos un cuidadoso análisis del proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) aplicado al expediente D1 - 5565 – 2011 SETENA. Los resultados son decepcionantes y hasta sorprendentes, al punto que nos llevó a plantear a la SETENA una petición de nulidad absoluta de la viabilidad ambiental otorgada por la Resolución No. 2543 - 2012 SETENA, del 9 de octubre del 2012.

Al igual que para la EIA de Crucitas y que está llevando a juicio a algunos funcionarios y exfuncionarios de la SETENA, nuevamente se actuó incumpliendo los mismos procedimientos técnicos establecidos. A continuación, algunos de los hechos que fundamentan esto.

Refinería nueva: el que RECOPE señale que es una “ampliación y modernización de la actual refinería” es un error fundamental que distorsiona y complica todo el proceso de EIA. Aunque las autoridades de gobierno reconocen que es una nueva refinería, el hecho de que la EIA considere que se está haciendo una ampliación y modernización de una obsoleta refinería, que tiene más de 50 años, tuvo serias repercusiones en el enfoque con que se planteó dicho estudio, con lo que se produjeron importantes y sustanciales omisiones.

Procedimiento ilegal: la legislación exige que se haga un EIA. Los términos de referencia deben ser establecidos después de presentar el formulario D1 y de que se realice una evaluación ambiental inicial completa, o en su lugar que se cumpla de forma estricta con la Guía que establece el Decreto no. 32966 del 2006. En el caso de la nueva refinería esto no se cumplió.

La SETENA fijó los términos de referencia mediante la resolución 141 – 2011, sin que se cumpliera el procedimiento que dicta la legislación. Con el agravante de que omitió temas fundamentales para la realización del EIA, con lo cual a todas luces favoreció que el proceso se simplificara y quedara omiso de un análisis ambiental completo. ¡Solo este irregular proceder es suficiente para solicitar la anulación de todo lo actuado!

Ausencia de análisis estratégico: lo más grave e imperdonable del proceso de EIA aplicado es que la SETENA lo trató como si fuera una simple gasolinera, sin considerar el verdadero alcance estratégico. La SETENA acepta tal cual los argumentos de RECOPE para justificar el proyecto, y que se basan exclusivamente en la proyección del incremento en el consumo de hidrocarburos en el país.

Eso contradice lo que el MINAE en el documento: "Hacia un nuevo modelo energético para nuestro país", de julio del 2010, dice: “de continuar la dependencia actual de este energético, la viabilidad económica del país puede estar en duda, en especial en las siguientes décadas. Por estas razones es importante adoptar desde ya, una estrategia de minimización del uso de los hidrocarburos…”

Es evidente que la EIA de la refinería requería de un profundo debate y no ser tramitado como un simple proyecto.

Contaminación existente: RECOPE reconoce que las aguas subterráneas, el suelo y subsuelo bajo la refinería y también parte de las aguas superficiales están contaminadas con hidrocarburos. A pesar de esto, la SETENA no solicita ninguna profundización sobre la dimensión y condiciones de esa contaminación, ni tampoco sobre el tema de la remediación que por ley debe aplicarse, ni sus costos, que son muy elevados y que incidirían fuertemente en la ecuación financiera de la nueva refinería.

La recuperación de un pozo contaminado por una fuga de hidrocarburos en Barreal de Heredia es de conocimiento público y cuesta creer que la SETENA no se haya enterado del costo: ¡de $2 millones! (La Nación: 03.06.2011).

Otros argumentos: por limitaciones de espacio,  no es posible desarrollar todos los hechos que sustentan el recurso de nulidad. Algunos adicionales van desde la no consideración de los ambientes acuáticos y marinos en el EIA, pasando por  la ausencia de un detallado análisis de vulnerabilidad hidrogeológica en terreno y el hecho de que no se haya solicitado el criterio del SENARA, sin olvidar una sospechosa entrega a destiempo del formulario D1.

Las serias debilidades del proceso de consulta pública realizado y el “conflicto de intereses” de los autores del Estudio (que son casi todos empleados de RECOPE) constituyen otros yerros, en medio de muchos más.

¡El silencio del SINAC sobre el impacto a medio acuático y marino es más que sorprendente!

Seria duda: todo lo anterior, no solo argumenta fuertemente para anular la viabilidad ambiental del proyecto de la nueva refinería, sino que plantea una muy seria duda sobre lo que debería ser el eficiente funcionamiento de la SETENA y del SINAC.

No es la primera vez que se dan semejante grado de yerros, y lo más grave es que no parece ser la última.

Y ante este panorama, de una SETENA intervenida hace meses por el MINAE, en este momento está en revisión la EIA de la Terminal de Contenedores de Moín, otro megaproyecto de $1000 millones. ¿Será que se aplicará la misma eficiencia de revisión como en el caso de Crucitas y la Refinería en Moín?

¡Las autoridades del MINAE nos deben una explicación!

Planificación urbana, a medida de los desarrolladores

Recientemente se informó (La Nación, 24.5.2013) que algunos “expertos plantean alianza de sectores público y privado para mejorar planificación urbana”. La noticia surge como producto del noveno congreso de construcción: “Construyendo ciudades para todos”. Según Guillermo Carazo, de la Cámara de Costarricense de la Construcción (CCC), la idea es “mejorar los actuales planes reguladores, mediante la integración de los inversionistas y personal capacitado en planificación”. Señala además que: “se pretende que los propietarios de los terrenos y desarrolladores entren en un negocio donde todos ganen”. Algo que merece ser analizado con más detalle y desde una perspectiva más amplia. Algo de historia. Durante casi toda la década pasada, y con una inversión cercana a los 18 millones de euros, en la que la Unión Europea aportó buena parte de los recursos, el Ministerio de Vivienda desarrolló el nuevo Plan de desarrollo urbano de la Gran Área Metropolitana (GAM): el PRUGAM (2008-2030). Como parte de este trabajo se elaboró la zonificación ambiental de toda la GAM, que fue aprobada por la SETENA en el 2009, pero el PRUGAM fue rechazado por el INVU en abril del 2010.

Con ese rechazo se desechó no solo el nuevo Plan de la GAM, que proponía todo un nuevo cambio de concepto para nuestra urbe, sino que también se echó por la borda gran parte del trabajo realizado con los planes reguladores de los 31 cantones de la GAM.

Como gran solución a este desastre provocado por el INVU, esta misma entidad pasó más de un año elaborando una “contrapropuesta” al PRUGAM, y elaboró el denominado POTGAM, que ya hemos analizado profundamente y que en síntesis no es más que una “adefesio de propuesta de desarrollo urbano”, que entroniza los errores cometidos y los profundiza, con lo cual nuestra urbe, lejos de mejorar, empeoraría dramáticamente.

Llama la atención que sea precisamente la CCC la que venga ahora a proponer trabajar con los municipios en los planes reguladores, cuando fue el ente que más se opuso al PRUGAM, y más favorecía la aprobación del POTGAM. ¡Algo que debería ponernos en alerta a todos!

Filosofía: como parte de los estudios ambientales realizados para el Plan GAM, se llegó a la conclusión de que el Valle Central, donde se asienta nuestra urbe, particularmente en las zonas de montaña, tiene importantes limitaciones para el desarrollo urbano. De allí que la propuesta del PRUGAM se centrara en aprovechar las zonas ambientalmente aptas y en mejorar la ciudad mediante renovación urbana, con el desarrollo de una urbe más compacta con crecimiento vertical más que horizontal, y respetando las zonas de alta y muy alta fragilidad identificadas. Algo que el POTGAM no respeta en lo más mínimo, ya que plantea la ampliación del anillo de contención urbana y la expansión de la ciudad hacia las zonas de montaña.

Esta diferencia “filosófica” entre ambas propuestas es lo que nos tiene sin renovar el ya obsoleto Plan GAM de 1982, y lejos de resolverse, parece que cada día se ahonda más, en medio del olvido y la desidia de la mayoría de la población de la GAM.

En medio de esta situación, el que el mayor defensor del POTGAM venga ahora a decir que quiere trabajar con los planes reguladores en proyectos de desarrollo urbano en los que “todos ganen”, no puede dejar de llamar la atención y cuestionarnos cuál el trasfondo real de ese planteamiento.

Finalidad: el desarrollo urbano tiene como objetivo fundamental el mejoramiento de la calidad de vida de la población de la GAM, dentro de un marco de sostenibilidad. El beneficio económico de los propietarios y los desarrolladores inmobiliarios debe estar subordinado a eso y no convertirse en un fin por sí mismo.

Los estudios ambientales del PRUGAM demuestran que debido al incorrecto desarrollo urbano impulsado en el Valle Central durante los últimos 30 años, al menos el 20% de la población de la GAM vive en condiciones de muy alto riesgo a las amenazas naturales (deslizamientos, inundaciones, fallas geológicas y peligros volcánicos, entre otros). Las 22 víctimas de Calle Lajas de Escazú, en noviembre del 2010, constituyen una clara advertencia de que no podemos seguir con un desarrollo urbano insensato y riesgoso.

Además, se ha demostrado que gastamos (según un estudio del PRUGAM para el 2004) un 4% del PIB en la “deseconomía” que provoca el caos urbano en el que estamos inmersos. ¡A valor presente: cerca de 1000 millones de colones por día!

Participación: no nos podemos enfocar únicamente en el desarrollo de proyectos “sostenibles” que beneficien a unos pocos en detrimento de la colectividad.

La solución al serio problema de planificación urbana que tenemos debe integrar a las comunidades y su bienestar. Eso implica discutir de forma abierta, informada, transparente y participativa con la sociedad y sus representantes, para que de verdad se fijen los grandes lineamientos que deben regir nuestro progreso como ciudad.

Solo así podríamos buscar la manera de salir del caos urbano y vial en el que nos estamos desgastando como país a un costo muy alto.

Refinería: serias dudas ambientales

Como complemento a la larga serie de dudas técnicas y económicas planteadas por diversos profesionales a la propuesta de la nueva refinería en Limón, también se presentan importantes dudas ambientales, las cuales consideramos razonables, y que requieren ser consideradas como parte de la decisión. Remediación ambiental: un elemento que resulta clave en este asunto y que puede tener serias repercusiones en el costo final de la nueva refinería tiene que ver con el tema de la remediación ambiental. Ello, debido al hecho de que la nueva refinería se desarrollaría sobre y a lado de la antigua refinería, que tiene más de 50 años y que nunca realizó ningún estudio de impacto ambiental.

Hace poco tiempo se identificó contaminación del suelo y del agua subterránea bajo un tanque de almacenamiento, lo que obligó a realizar costosas labores de remediación. La pregunta es: ¿cuál es el estado ambiental del resto de la refinería y de sus diferentes componentes? ¿Qué seguridades tenemos para los acuíferos de la zona?

El desarrollo de una nueva refinería que aplicaría altos estándares ambientales (según nos afirma RECOPE) debería, como mínimo, implicar un saneamiento y remediación ambiental de toda el área del proyecto, cuyo costo no parece haberse incluido y que, dadas las dimensiones del mismo y la fragilidad ambiental del terreno en Moín, podría ser muy alto. Este aspecto debe ser incluido con total transparencia y ser considerado como parte del desarrollo de la nueva refinería, ya que de lo contrario podría ser objeto de desagradables sorpresas en el futuro.

Análisis integral: según afirma RECOPE, el proyecto realizó el trámite ambiental desde el año 2007 y durante los últimos años se han venido haciendo “agregados” a la propuesta original.

Esto significa que la evaluación ambiental de la nueva refinería se ha dado de forma segmentada y no integral, como realmente se requiere a fin de tener una idea clara de lo que se pretende desarrollar y su alcance ambiental.

Ese aspecto, que simula mucho lo que sucedió con la Mina en Crucitas, llena de dudas el proceso de evaluación de impacto ambiental realizado, y lleva a la conclusión de que requiere ser revisado detalladamente. No solo por una “comisión académica” de dos universidades públicas como lo son la UNA y el ITCR (no queda claro por qué se excluyen las otras universidades estatales, como la UCR), sino por cualquier ciudadano, organización y entidad interesados.

Vulnerabilidad ambiental: no basta que se diga que se van a cumplir estrictas medidas ambientales durante la construcción y la operación, cuando se sabe que a nivel nacional hay muy poca capacidad de control y fiscalización.

Más bien la SETENA, que sería el ente responsable del control ambiental, está intervenida desde hace meses, precisamente por su incapacidad de ejercer un efectivo control a cerca de 30.000 expedientes ambientales que ha tramitado de proyectos de mucho menos impacto ambiental.

Por otra parte, desafortunadamente el socio de aventuras de Recope, la empresa petrolera china, y el país China, como un todo, no son reconocidos en el mundo como grandes gestores ambientales, todo lo contrario, hoy China es el que más contribuye a la contaminación ambiental en el mundo. Un informe oficial reciente sobre contaminación de suelos ha sido incluso vetado por las mismas autoridades a la hora de dar a conocer los resultados, a manera de no entorpecer su imagen en el exterior.

Es claro entonces que esta combinación no parece dejar nada positivo respecto a cuál sería la condición ambiental de la nueva refinería.

Se debe recalcar que si realmente se integran los costos de la remediación ambiental y del estricto control ambiental del proyecto, dentro de la ecuación de equilibrio financiero de este, es altamente probable que se altere su sostenibilidad económica, de allí que existe el peligro de que estos costos ambientales sean sacrificados, a fin de que los números cuadren. Algo que en un tema de un proyecto de alto riesgo ambiental, en una zona de alta fragilidad ambiental como la zona de Limón, puede resultar contraproducente, en particular, porque esta zona ya presenta desarrollos de otros proyectos y megaproyectos.

Interés oculto: no se tiene claro cuál sería la vida útil de la Refinería desde la perspectiva de las reservas mundiales de petróleo. ¿Serían 15, 20, 25 años? O hay que preguntarse si detrás de la Refinería está el oculto interés de que en Costa Rica se realicen actividades de exploración y eventual explotación de hidrocarburos?

Recordemos que la Ley de Hidrocarburos todavía está vigente y que la mal llamada "moratoria" petrolera emitida por René Castro finaliza el otro año.

Pocos beneficios ambientales: los beneficios ambientales netos, que según RECOPE, tendría la nueva refinería, no son para nada claros. Por un lado, compara el tema de emisiones y desechos que se producirían entre la nueva refinería y la refinería actual, con lo que pone en evidencia el hecho de que la refinería actual ha sido una seria fuente de contaminación ambiental, por muchos años, y que deberíamos agradecer que ha estado funcionando solo parcialmente durante mucho tiempo.

Por otro lado, se dice que con la nueva refinería se reducirían las emisiones, y que los combustibles que se producirían tendrían menos azufre, cumpliendo estándares ambientales de países del primer mundo. No obstante, resulta que esa es la misma calidad de combustibles que ya se están importando y que el consumidor en Costa Rica está pagando. De manera que el efecto ambiental neto no parece que sea muy significativo.

Contradicción: la propuesta de una Refinería contradice seriamente la intención mostrada por el país de ser Carbono Neutral en el año 2021. Con ese objetivo, la estrategia ambiental del país debe ser la reducción de su factura petrolera, buscando alternativas diferentes para el transporte, que es el que hace que tengamos mayor dependencia de los hidrocarburos.

Aunque no es un proceso rápido, urge desarrollar una estrategia nacional encaminada a disminuir el uso del diesel convencional por otras alternativas, como por ejemplo el biodiesel u otras tecnologías similares. Bajo esta perspectiva, es claro que ambas líneas de acción resultan altamente contradictorias y develan una seria debilidad en la ya cuestionada estrategia energética de nuestro país.

Pueden mencionarse más argumentos ambientales, pero con los indicados aquí queda claro que debe hacerse una profunda y detallada revisión de la propuesta. Los profesionales de la UCR esperamos ansiosos que RECOPE nos explique por qué la UCR fue excluida de la revisión del estudio de impacto ambiental que sí realizarán otras universidades públicas: desearíamos si no es mucho pedir conocer los términos de referencia de semejante "validación expresa" solicitada a la UNA y al ITCR.

Decisiones estratégicas y participación social

La decisión estratégica de escindir los parques nacionales para la producción de energía geotérmica, entre otras decisiones clave para nuestra sociedad como la reciente experiencia de la concesión de la vía a San Ramón, hace necesario recalcar la utilidad que tiene la realización de la denominada evaluación ambiental estratégica (EAE) como instrumento de participación social.

EAE: su objetivo es abrir el espacio para que la sociedad, debidamente representada, opine y participe, de forma previa, en la toma de la decisión. Algo que resulta fundamental para avanzar como país democrático.

Es una variante de la evaluación de impacto ambiental (EIA) que se aplica a decisiones estratégicas, particularmente a políticas, planes y programas. Fue establecida desde el año 2004 en el Reglamento General de Evaluación de impacto Ambiental. No obstante, el procedimiento específico para su aplicación está pendiente de ser reglamentado.

Bien aplicada, la EAE representa un mecanismo muy eficaz para agilizar y simplificar, con verdadero criterio técnico, los trámites de viabilidad ambiental de los proyectos específicos. Algo de gran utilidad cuando se desea incrementar la competitividad del país, agilizando trámites.

La diferencia sustancial entre la EAE y la EIA es que esta última es más detallada y se enfoca en particularidades específicas del proyecto, incluyendo e influyendo directamente en su diseño.

La EAE es de un ámbito más estratégico, vinculado a la decisión estratégica que se desea tomar sobre una política, un plan o un programa de desarrollo, discutiendo temas como: alternativas más viables, sus consecuencias ambientales (y sociales), la consistencia con otras acciones estratégicas similares y los condicionamientos y salvaguardas requeridos.

Utilidad: a través de la EAE, la sociedad deja de ser un ente pasivo y espectador de las decisiones que toman las autoridades políticas de turno.

La sociedad, representada por diferentes sectores, participa activamente, aportando criterio y enriqueciendo la toma de decisiones.

Costa Rica, como consecuencia de su inversión en educación y salud, está preparada desde hace tiempo para aplicar la EAE como un mecanismo de impulso a su desarrollo sostenible. Pese a esto, algunos políticos consideran que es un peligro abrir esos espacios de decisión a la participación organizada de la sociedad, cuando, en realidad, no visualizan que es la mejor alternativa para salir adelante del atascadero que ciertas decisiones arbitrarias han generado al país.

A diferencia de los referendos, donde al final hay un grupo perdedor y otro ganador, con lo cual se acrecienta la polarización, con la EAE se llega a soluciones más intermedias que, a la postre, permiten el destrabamiento y el desarrollo de la sociedad.

Las autoridades políticas deben entender que, en una gran medida, lo que ellos llaman ingobernabilidad surge, precisamente, por la manera arbitraria en que se toman las decisiones estratégicas, dirigidas, más bien, a cumplir objetivos sectoriales específicos, más que al beneficio de la colectividad, en razón de lo cual se genera desconfianza en esas decisiones y su judicialización, que, a la postre, es lo que entraba el desarrollo.

Agenda de EAE: hay una serie de decisiones estratégicas que deberían ser objeto de una EAE. La explotación geotérmica de los parques nacionales, englobada como parte del Plan Nacional de Energía, es un ejemplo evidente y concreto.

La decisión de abrir los parques nacionales, sustituyendo sus territorios, para la explotación de recursos naturales, no es un tema que debería ser decidido sin una amplia discusión socialmente abierta y ordenada por medio de una EAE.

Existen otros temas sujetos a una EAE, como, por ejemplo, el entrabado Plan de Ordenamiento Territorial de la GAM. Además: el Plan Nacional de Desarrollo Turístico, así como el modelo de desarrollo de la región sur del país, en la perspectiva del Megaproyecto Diquís y el aeropuerto internacional de Osa. El desarrollo portuario y la refinería en Limón, así como Plan Nacional de Infraestructura Vial, también debería ser objeto de una EAE.

Esos son algunos de los elementos que esperan que se tomen decisiones estratégicas, en aplicación de tres principios fundamentales de participación, información y transparencia.

Para aquellos que objeten que este proceso atrasa el desarrollo, los invito a observar la experiencia de países más avanzados y con experiencia en el tema, pues una vez tomada la decisión estratégica, la ejecutan y desarrollan dentro de un marco ordenado, menos cuestionado y entrabado técnica y jurídicamente.

En el marco de la apertura al diálogo señalado por la Presidencia de la República, representaría un importante avance normar la EAE e iniciar su aplicación en algunos temas clave.

Solo así podremos avanzar como país.