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La Fórmula Perfecta para el Desastre

En un reciente artículo publicado por La Nación (Foro, 04-10-2010), se plantea la urgencia de que se aumente el abastecimiento de agua por parte del AyA para “poder urbanizar con condominios y residenciales las zonas altas de la GAM”. Se nota así, la convergencia de cómo se ignoran los resultados de los estudios científicos, se propulsa un voraz y equivocado desarrollo urbano y se induce a error en la decisión sobre el abastecimiento de agua para el área urbana del Valle Central. La fórmula perfecta para el desastre y el desperdicio. Zonas frágiles. Los estudios científicos realizados, entre el 2006- 2008 para la planificación del uso de la tierra en la GAM, realizados por el Prugam y aprobados por la Setena en el 2009, demuestran que las zonas de montaña que rodean al Valle Central, tanto al norte como al sur, son zonas de Muy Alta Fragilidad Ambiental, NO APTAS para un desarrollo urbano intenso. Son zonas vulnerables a deslizamientos (hay muchos ejemplos en Santa Ana, Escazú, Aserrí, Desamparados), de aptitud forestal, áreas de recarga acuífera y con presencia de fallas geológicas activas. Su aptitud es para la conservación, con un limitado uso agrícola o agropecuario y un condicionado uso urbano o turístico, con coberturas no mayores al 10 %. En razón de esto, el Prugam, cuyos informes estuvieron 15 meses en el INVU para su aprobación y fueron desechados en abril del 2010, indicó que la zona de meseta tiene buenas condiciones para el desarrollo urbano, de la cual se pueden urbanizar hasta 9.000 hectáreas más, con capacidad para albergar la población futura de la GAM, sin contar la posibilidad de la regeneración de las zonas ya urbanizadas. Este Plan permite la construcción vertical para el mejor aprovechamiento del espacio urbano, pero dentro de límites no superiores a los 14 pisos para mantener una ciudad armónica. Estas zonas de meseta se localizan hacia el oeste del Valle Central y se pueden expandir aún más hacia la parte oeste-noroeste del Valle, en la zona de Grecia, Naranjo, Palmares y San Ramón, hacia donde se debe dar el crecimiento natural de la GAM.

Contrasentido. Proponer ampliar el acueducto de Orosi, con una inversión de $170 millones, para poblar las zonas altas y vulnerables de la GAM, es un doble error que no debería cometerse.

Ante lo establecido por el Plan de expansión de la GAM y las condiciones ambientales del Valle Central, es claro que las fuentes de abastecimiento de agua deberían buscarse en el sector oeste, en las partes altas de Naranjo, Grecia y Poas, donde existen excelentes fuentes de aguas subterráneas. De esta manera, se dispondría de dos fuentes estratégicas: Orosi al este y otra al oeste, sin tener que “poner todos los huevos en el mismo canasto”, como decían nuestros abuelos.

Desarraigo. En cuanto a lo que señala el señor Carazo, de la Cámara de Construcción, de que el que no se dé disponibilidad de agua para que los dueños de fincas puedan dar parte de estas a sus hijos y nietos, con lo que, según él, “se produce desarraigo”, soy de la opinión contraria: la causa del desarraigo proviene del hecho que las grandes inmobiliarias han comprado las fincas a estos campesinos y ahora esperan el agua para desarrollar sus proyectos. ¡Esto sí se llama provocar el desarraigo, señor Carazo! Todos lo podemos comprobar en distintos cantones en los que empresarios compran a bajos precios a familias de agricultores sus tierras para llenarlas de cemento y varilla. La GAM vive ya una crisis de agua para los que actualmente vivimos en ella en época de sequía: es anormal que se piense en expandirla sin resolver primero los problemas de sus actuales habitantes. Por eso, se debe ser cuidadoso con las decisiones que se tomen sobre el desarrollo urbano y el uso del suelo, en especial cuando se trata de la seguridad de las personas habitantes y el manejo de un recurso estratégico como el agua.

Los estragos causados en esta temporada normal de lluvia en varias partes bajas de las cuencas de ríos en la GAM, el desastre de las carreteras de Autopistas del Sol, y muchas otras situaciones vividas en los últimos años, evidencian que decisiones tomadas sin criterio técnico llevan ineludiblemente el país al caos y provocan más subdesarrollo.

Las municipalidades al momento de otorgar las certificaciones de uso del suelo, deben ser precavidas y considerar los resultados de los estudios científicos ya aprobados, a fin de que establezcan las condicionantes técnicas y ambientales necesarias y así, no promover construcciones en áreas no aptas.

Falacia “geológica”

La moratoria a la minería decretada por la Administración Chinchilla en mayo pasado, nos dice la presidenta del Colegio de Geólogos de Costa Rica, es una moratoria a la investigación geológica y a la posibilidad de enriquecer el acervo de conocimientos científicos de nuestro país,

Como profesor universitario en geología y como investigador, considero que llegar a semejante conclusión es una falacia, pues significa limitar la investigación científica en las ciencias geológicas a los “productos” que puedan generar los trabajos de prospección y exploración minera metálica.

Muy pocos resultados: yendo a los hechos y no a las palabras, podemos darnos cuenta que la contribución real de las “investigaciones de la minería metálica” en nuestro país, son reducidas, pues en lo que se han concentrado, fundamentalmente, es en saber si hay recursos mineros explotables o no. Ninguna de las grandes interrogantes geológicas que tiene nuestro territorio se ha respondido gracias a la información aportada por las investigaciones de minería metálica.

Es más, según el Código Minero del año 1982, una de las funciones de la Dirección de Geología y Minas es “elaborar el mapa geológico del país”. Paradójicamente, el último mapa que publicó esta Dirección, con una participación significativa, fue de ese año, hace 28 años, con lo cual surge la pregunta: ¿de qué ha servido la información geológica de los expedientes mineros metálicos durante estas casi tres décadas? ¿cuántos artículos científicos han resultado de dicha investigación?

Investigación geológica: por la naturaleza geológica que tiene Costa Rica, la investigación geológica es de gran importancia para el quehacer nacional. No solo para prevenir desastres con una efectiva gestión del riesgo, sino también para contribuir en la solución de problemas geológico – geotécnicos como los de las carreteras, cuyas consecuencias de diseños inapropiados, vemos casi todos los días en los noticieros. La investigación geológica se requiere también para el ordenamiento del territorio, para la evaluación y desarrollo de proyectos e incluso para la gestión ambiental integral. En este sentido, es claro que tanto el Colegio de Geólogos, como la Escuela Centroamericana de Geología y los profesionales de estas ciencias, debemos tomar medidas claras sobre las necesidades reales de país, tanto en la actualidad como hacia futuro, y concentrar esfuerzos en esa dirección.

Servicio Geológico de Costa Rica: durante casi 30 años, el Código de Minería, con un risible canon minero de 2 % como beneficio neto para el país, ha hecho que la Dirección de Geología y Minas funcionara fundamentalmente como Dirección de Minería. Se cumplía el mandato de fomentar la actividad minera en el país, y dejando en un plano casi invisible, sus tareas como Dirección de Geología, las cuales a todas luces resultan de mucho mayor valor estratégico para el país. Esto, a casi tres décadas de distancia se podría calificar de un error histórico, el consecuente contribución en el atraso del país.

En este sentido, ahora que se habla de una modificación del Código de Minería, para declarar al país libre de minería metálica a cielo abierto, resultaría de gran importancia que se modificara el artículo 97 del Código, y se le diera a dicha Dirección, por medio del mismo “funciones de Servicio Geológico de Costa Rica”, a fin de cumpla tareas concretas de “fomento a la investigación geológica del territorio nacional” y a “la producción, edición y actualización continua de mapas geológicos a diversas escalas del país”. Esto para que “se coadyuve y acelere un proceso efectivo de ordenamiento del territorio y de la gestión del riesgo”, tal y como ordena la Ley Nacional de Emergencias.

Esta transformación de la Dirección de Minería a Dirección de Geología, como Servicio Geológico de Costa Rica, es lo que necesita realmente el país y resulta de gran trascendencia para su desarrollo futuro .

La minería metálica no necesariamente es requisito para llevar a un país hacia el desarrollo económico. La realidad económica de países centroamericanos indica que este tipo de minería no resuelve los problemas de pobreza y subdesarrollo, muy por el contrario. En particular cuando las condiciones tropicales, hidrológicas, de fragilidad ambiental y tradición cultural de un país como Costa Rica dirigen su modelo de desarrollo hacia actividades más sostenibles y menos impactantes como el ecoturismo, turismo comunitario, el geoturismo, las energías renovables y otras que hay que hacer más sostenibles como el desarrollo inmobiliario desordenado, la agricultura, la ganadería y el aprovechamiento de los recursos marinos. Sin embargo, un país con las condiciones geológicas de Costa Rica, no puede avanzar hacia el desarrollo sin un eficiente Servicio Geológico y un correcto ordenamiento de su territorio, para lo que la investigación y la información geológica resultan claves.

Acuíferos, pozos y Crucitas

En San Carlos, bajo el sitio del Proyecto Crucitas, se presentan dos acuíferos, el superior y el inferior. El primero se encuentra a unos 7 metros bajo el suelo y es de poca extensión, por lo que es un acuífero local. El segundo, se encuentra a 50 metros de profundidad, es de mayor extensión, por lo que se ha llamado acuífero regional. Este acuífero tiene además, bajo Crucitas, una característica especial, es surgente, es decir que el agua sube a presión en un pozo, sin necesidad de usar una bomba para su extracción. Ambos acuíferos, bajo Crucitas, tienen limitaciones de calidad, el superior por ser ácido y el inferior por tener más hierro de la cuenta. Esta característica NO los hace despreciables, tan solo implica que en caso de querer utilizarse el agua debería ser tratada para neutralizarse esa característica de “contaminación natural y local” que tienen.

El desarrollo del Proyecto minero Crucitas, impactará directamente ambos acuíferos. Así lo ha reconocido la empresa Infinito Gold. El acuífero superior, bajo la mina, ya que se encuentra muy cerca de la superficie será impactado de diversas formas, por efectos directos en los tajos, por contaminación debido a la actividad minera, por el uso de combustibles y por la misma laguna .

El acuífero inferior. El acuífero inferior, el regional, como está confinado, es decir, protegido por capas de rocas impermeables, en principio no puede ser afectado por las sustancias contaminantes que se infiltran en el suelo, más si va a ser impactado, dado que en la excavación del tajo, la minera lo interceptará, ya que los tajos previstos tendrán hasta 67 m de profundidad. Será un “lago de aguas interceptadas”, el lago del Tajo Fortuna, por donde los contaminantes (sustancias químicas), podrán ingresar al acuífero inferior. Durante la explotación, la salida de agua en el piso del tajo, será espontánea y en gran cantidad. Tanto que la minera tendrá que extraer el agua para poder seguir explotando la roca con oro del fondo del tajo. Este hecho tiene un impacto más allá del área de la mina, en el subsuelo, ya que provocará que el nivel freático regional del acuífero descienda.

Además, de esto, según lo señalan los estudios hidrogeológicos que la empresa Infinito mandó a realizar para el área donde se ubicaría la mina, el agua subterránea en este acuífero se mueve en dirección contraria al río San Juan, hacia el suroeste, donde a pocos kilómetros se localizan importantes pozos de abastecimiento público de Acueductos y Alcantarillados! En una nota de enero del 2007 de Senara que consta en el expediente de Setena, en otra de diciembre del 2008, reiterada nuevamente en mayo del 2010, la Dirección de Investigación y Gestión Hídrica de Senara afirmó que la institución no ha realizado ningún estudio de campo y no cuenta con mayor información sobre las aguas subterráneas en esta zona precisa.

Proceso de revisión. Es claro que el impacto del proyecto minero Crucitas será importante, aunque se quiera minimizar. Es un impacto ambiental que debió ser evaluado con detalle por medio de una Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) completa y coherente por parte de la Setena y de la sociedad en general, durante el proceso de revisión. Proceso que no se dio porque la minera no presentó una EIA integral como lo exigía la misma legislación, con el cambio de diseño y con el incremento del volumen a explotar de 8 a 22 millones de toneladas, y pasar de 10 metros a 67 metros de profundidad. Este hecho que fue alegado en la Sala Constitucional, se “subsanó”, según consideraron 5 magistrados de dicha Sala, durante el proceso judicial, mediante el “aval” que supuestamente Senara dio, en un tiempo muy corto, al informe técnico hidrogeológico que presentó la Minera.

La consulta al Senara, y en particular a su Dirección de Gestión Hídrica, donde se encuentran sus hidrogeólogos está normada desde el 2007, por el Reglamento para regular la prestación de servicios en materia de aguas subterráneas (Acuerdo No. 3342 de la Junta Directiva de Senara).

Esa Dirección, el 3 de diciembre del 2008, por medio del oficio ASUB – 543 - 08, referente al recurso de amparo sobre Crucitas, concluye que la información técnica aportada por la minera es local o puntual y además, indica que el Senara no cuenta “con información que permita definir las zonas de recarga y descarga y el impacto de la actividad minera a los mantos acuíferos y las aguas superficiales”, por lo que indica que “se requiere de la elaboración de estudios hidrogeológicos detallados para la valoración de los impactos de la actividad minera puede generar sobre los mantos acuíferos, para lo que se estima se requiere de un tiempo estimado de 10 a 12 meses en su ejecución”.

Dicho estudio técnico no ha sido realizado, ni por el Senara, ni por ningún otro profesional en hidrogeología. Esto, pese a que podrían estar poniéndose en peligro de contaminación pozos de abastecimiento público en la zona.

Consecuencias internacionales. La duda persiste, y es una muy importante. La reciente"intercepción" imprevista de la concesionaria Autopistas del Sol del acuífero del Barva y la sentencia 2010-10750 del 18 de junio pasado por parte de la Sala Constitucional, evidencia la necesidad de mayores estudios para cotejarlos presentados por una empresa privada y para prevenir un daño ambiental.

En el caso de Crucitas, no solo se estaría poniendo en peligro un recurso natural estratégico muy importante para el país, sino que además, podría tener consecuencias internacionales, en caso de que se demuestre que es un acuífero regional de tipo internacional ("acuífero transfronterizo" segúnla nomenclatura de las Naciones Unidas, la cual ya tiene aprobado un anteproyecto de convención respecto al "Derecho aplicable a los acuíferos transfronterizos", aprobado por la Asamblea General de la ONU en enero del 2009). La duda debió ser aclarada, con el debido criterio científico e imparcial, antes de que se fallara sobre este polémico proyecto en la Sala Constitucional. Pero no lo fue y ahora persiste gravemente.

Balance ambiental 2006 - 2010

En el discurso del 1 de mayo del 2010, el presidente Arias, dedicó dos minutos para hablar sobre sus “logros” en ambiente. Hizo una lista, de lo que él considera, el gran avance del país durante su gestión. Vale la pena analizarlos en su dimensión real, para ponderar este "autobalance".

Árboles sembrados y bosques perdidos. Don Óscar habla de que en estos 4 años se sembraron 19 millones de árboles. No menciona que más de la mitad de esos árboles son plantaciones de monocultivos que no implican un ecosistema boscoso. Tampoco, que muchísimos de esos árboles sembrados por estudiantes y comunidades, se pierden en la maleza al haber omitido del Programa “A que siembras un árbol” prever el cuidado de las plántulas. Se obvió el tema, medible, de los bosques que se han perdido por el agresivo desarrollo inmobiliario que su administración favoreció en Guanacaste, el Pacífico central y sur, el Caribe y hasta en las zonas altas del Valle Central. Desarrollo inmobiliario que ha producido reducciones de bosque hasta de un 10 % en como Tamarindo y el cantón de Carrillo, que a ese ritmo, implicaría la destrucción de los ecosistemas boscosos en menos de 50 años.

Tampoco menciona el efecto de la expansión piñera que ha afectado bosques y áreas de protección de ríos, con cifras elocuentes: de 18.000 hectáreas hace 5 años a más de 54.000 en el 2009 (según el MAG). El Presidente omitió el hecho de que su administración no creó un SOLO parque nacional nuevo, sino que intentó degradar o eliminó áreas protegidas (Gandoca –Manzanillo, San Lucas, Tivives, Santa Ana y Baulas). Además le otorgó la conveniencia nacional al proyecto Crucitas. El balance de esta administración para los ecosistemas del país, es absolutamente negativo.

Costa Rica y el ranquin. Los avances que ha tenido el país, respecto a otros países, en materia de sostenibilidad ambiental, no son fruto de la administración Arias. El progreso ambiental de Costa Rica, es el producto de décadas de esfuerzos en la creación de áreas protegidas, de reversión de la deforestación, de lucha contra los efectos de la minería metálica y por la protección de los recursos hídricos dados, no los políticos, sino, sobretodo, las organizaciones ambientales. Decir que Costa Rica mejoró 27 puntos en la escala de sostenibilidad ambiental y que está en tercer lugar en el mundo en Desempeño Ambiental gracias a la administración Arias, implica ignorar décadas enteras de grandes esfuerzos y sacrificios de muchos.

La violación a la legislación ambiental en Suiza y en Islandia, países superados por Costa Rica en el último ranquin mundial, acarrea consecuencias muy distintas a las que las empresas que contaminan deben enfrentar aquí. En estos años, incluso, el Tribunal Ambiental no fue consolidado, sino objeto de políticas tendientes a debilitarlo; la Setena fue deliberadamente intervenida desde el Ministerio de la Competitividad para vaciarla de su mandato original, provocando la aprobación de una serie de viabilidades ambientales cuyos efectos pagaremos en el corto y mediano plazo. La pérdida exponencial de anfibios, mamíferos, arrecifes coralinos, y de la población de monos (perdimos más del 50% en estos últimos años). Los efectos de la erosión ya amenazan varias partes de los litorales.

Carbono Neutral en el 2021: aunque la propuesta es positiva y ambiciosa, es posible, por la tradición ambiental que tiene el país de proteger sus recursos naturales y no necesariamente por las acciones de esta última Administración Arias. No obstante, el árbol se conoce por sus frutos, no por sus intenciones. Decir que el país debe ser carbono neutral en el 2021 es fácil, el problema es ser consecuente y esforzado en lograrlo. En este caso, no solo quedamos en la intención, sino que retrocedemos. La entrada en operación de la Plata Térmica de Garabito es un paso atrás.

La operación minera en Crucitas una vuelta a la Edad Media. El que no se haya impulsado los compromisos en materia de ordenamiento territorial y la aprobación del Prugam 2008 – 2030, también son un retroceso e incluso un paso atrás, cuando aprovechando la viabilidad ambiental del Prugam se pretendió ampliar el anillo de contención para expander la ciudad, en áreas frágiles con bosques y nacientes. En vez de promover una Ley para el Cambio Climático que nos llevaría a esa meta, el Ejecutivo hizo todo lo posible para que se aprobara la Ley de Baulas. Como vemos, el balance entre lo que se quería y lo que se hizo, es muy negativo.

Protección de los recursos marinos: también aquí hay un doble discurso. Los temas más urgentes y graves siguen vigentes: el aleteo del tiburón, la pesca indiscriminada, la falta de protección de las áreas marinas más sensibles y la carencia de una efectiva y eficiente administración de la zona económica exclusiva, siguen pendientes de soluciones valientes y visionarias.

La iniciativa Costa Rica por Siempre, encaminada a avanzar en la protección de áreas marinas, apenas empezó y solo llegó a una pequeño porcentaje de la meta originalmente planteada, precisamente por ese doble discurso de la administración Arias que, mientras solicita donaciones y recursos para proteger el ambiente, declara de conveniencia nacional el proyecto minero metálico más grande de Centroamérica y hace presión en el Legislativo para que se apruebe una proyecto de marinas y atracaderos turísticos, se atente contra el Parque Marino las Baulas, y permite que el país haga el ridículo internacional en materia de lucha contra el aleteo de tiburón, objeto de un reciente galardón mundiala la organización que así lo ha venido denunciando desde varios años. También aquí, el balance es negativo.

Paz con la naturaleza, minería, petróleo. Vale lo señalado: son los hechos y no las palabras los que valen. Creo, sin ánimo de equivocarme, que la gran mayoría de los costarricenses nos entusiasmamos cuando escuchamos la propuesta del presidente Arias, en el 2007. Pero, creo también, que la gran mayoría está altamente decepcionada y desilusionada, por el doble discurso y porque la misma oficina ejecutora de la iniciativa, perdió apoyo presidencial desde el momento en que, con gran valentía, se opuso a la minería metálica y cuestionó la decisión sobre Crucitas. Fue esa oficina la que planteó la revisión del Código Minero y la que planteo el tema de que se mantuviera la “moratoria” a la exploración petrolera. No debemos olvidar que el exministro Dobles pretendía impulsar la exploración petrolera, pero fueron presiones como el de la iniciativa y el clamor popular contra la minería y Crucitas, lo que hizo desistir al Presidente.

Síntesis: definitivamente, pese a los palabras de don Óscar, el balance de su gestión en ambiente es sumamente negativo, tanto que el país ha retrocedido y será necesario mucho esfuerzo para volver a retomar un rumbo de sostenibilidad, y en particular, en una asunto muy importante: recuperar la credibilidad de los costarricenses en sus dirigentes y también, a nivel internacional, dado que Costa Rica, se convirtió en el país del doble discurso. Bien lo indica el último informe del Estado de la nación (2009) al señalar que el Estado ha dejado de ser un regulador de conflictos ambientales, y más bien los está generando desde el Poder Ejecutivo al tomar decisiones sin ningún tipo de consulta.

Minería de oro en países tropicales

El oro no aparece de la nada, ni obedece a la casualidad sino requiere de características geológicas particulares tales como zonas de choque de placas tectónicas, como se da en el caso de Centroamérica. Principalmente los yacimientos de oro se presentan en asociación con rocas volcánicas, por ello se busca el oro en las cordilleras o mesetas.

Estas mismas rocas, además, tienen una gran capacidad para almacenar y transmitir agua. En regiones tropicales, como Costa Rica, debido a las lluvias y a las rocas volcánicas se forman acuíferos subterráneos, de gran valor estratégico, ya que son una fuente de agua segura para las comunidades. Además, por el clima tropical, suelos volcánicos de alta fertilidad y buenas condiciones para la vida, se desarrolla una gran biodiversidad. Así, sus montañas, de exuberantes bosques y alta biodiversidad, representan un gran tesoro de vida.

La minería de oro (‘a cielo abierto’ o subterránea) y otra minería que utilice sustancias químicas, entra en conflicto con las condiciones naturales de biodiversidad, suelos fértiles, agua superficial y acuíferos, debido a que impacta de forma irreversible esos recursos para extraer el oro.

Costa Rica y Centroamérica por sus condiciones naturales y gran potencial en yacimientos de oro se han enfrentado por años a esa encrucijada: permitir la minería de oro o, conservar los ecosistemas y dar un uso diferente al suelo, protegiendo un recurso vital como el agua. Es un debate que requiere de más información para decidir con criterio. Por ello, el artículo de la publicación del mes de diciembre de National Geographic , titulado “ Oro: El costo humano de una obsesión ” es de interés meritorio. Globalmente, el oro se usa principalmente en joyería. En segundo lugar se utiliza en la electrónica y para fines dentales. En tercer lugar, para fondos de inversión, como lingotes y monedas. Actividad esta última que se encuentra en franco crecimiento.

Impacto ambiental. En la historia se han extraído, hasta ahora, 161.000 toneladas de oro, lo que apenas equivale a llenar dos piscinas olímpicas. La mitad de ese oro fue extraído durante los últimos 50 años. No obstante, es sabido que el oro es un recurso que se agota. “Los depósitos más ricos del planeta se agotan rápidamente y cada vez es más difícil hallar nuevas vetas” señala el artículo, y agrega que “casi todo el oro que falta por explotar yace enterrado en minúsculas cantidades en aislados y frágiles rincones del planeta. Es una invitación a la destrucción”.

Sobre los impactos ambientales, el artículo recalca un tema muy importante para todos los que tenemos interés en el futuro y el desarrollo sostenible de nuestros países. Se indica: “ Del otro lado de la balanza se encuentran las descomunales minas a cielo abierto explotadas por las compañías más grandes del mundo […] Aunque ciertamente crean empleos y llevan tecnologías y desarrollo a lugares muy apartados, estas operaciones generan más desperdicio por onza que las de cualquier otro metal […] Aquí, obtener apenas una onza de oro (cantidad suficiente para producir un anillo de matrimonio) obliga a extraer más de 250 toneladas de roca y mineral”.

El precio de la onza de oro fluctúa, últimamente con una tendencia creciente: las proyecciones indican que en poco tiempo llegaría a los dos mil dólares. Debido a dos causas: primero, que muchos inversionistas, en crisis financiera, respaldan sus fondos con oro. Segundo, porque además de la India, principal consumidor de oro para joyería, China ha asumido el segundo lugar. Estos dos gigantes representan un mercado muy beneficioso para las mineras de oro.

Parámetros estratégicos. La minería de oro genera impactos ambientales significativos e irreversibles en el ambiente. En el caso de los países de climas más secos o desérticos, esos efectos son menos notables, debido a su limitada condición ambiental, ya que no hay bosques, ni suelos, ni agua que puedan ser impactados. En los países tropicales, en cambio, es todo lo contrario. Los daños ambientales que se producen son altamente significativos y la mitigación de los mismos, aunque parcial, es muy costosa. El caso de Centroamérica (incluyendo Costa Rica), además de su vulnerabilidad ambiental, se agrava por vulnerabilidades relacionadas con una legislación minera obsoleta y no armonizada con la escueta legislación ambiental sumada a la escasa capacidad de control y prevención del daño ambiental por parte de las autoridades.

Ante este panorama es necesario analizar seriamente si la estrategia de abrirse, sin condiciones, a la minería de oro para explotar los yacimientos presentes en nuestros países es una decisión acertada en este momento. El artículo antes citado señala que las grandes empresas mineras del mundo, se desplazan hacia las regiones tropicales debido a “los beneficios de operar en los países en desarrollo (menores costos, rendimientos más altos y menos reglamentos)”. La estrategia minera y ambiental a seguir por Centroamérica debe ser diferente:

a. Permitir que la población conozca las alternativas y decida si la minería de oro debe formar parte del modelo de desarrollo económico de nuestros países tropicales.

b. Modernizar de forma verdaderamente participativa la legislación técnica, ambiental y económica que rige la actividad minera, de manera que las decisiones se tomen sobre verdaderos estudios de costo/beneficio ambiental.

c. Fortalecer de forma efectiva las autoridades de control técnico y ambiental.

Hacer lo contrario, con argumentos de oportunidad y de visión de corto plazo, solo es beneficioso para una muy pequeña minoría y no para los verdaderos intereses de nuestros países.